Historia del nombre y del inicio de la Iglesia
La pareja, de origen belga, Guy van den HOVE y Martine BEAUSSILLON, radicados en Colombia desde el año 1976, deciden de comprar un terreno en la Parcelacion Colinas de Miravalle, cerca de Jamundí con una bella vista hacia los Farallones de Cali, que pertenecen a la Cordillera Occidental.
Deciden construir su casa y ofrecen a sus hijos la posibilidad de adquirir parte del terreno para construir sus propias casas; sólo Eric van den HOVE acepta.
Una vez construida la casa soñada, Martine, decide bautizarla con el nombre de TAKIWAIRA, pensando que significa “la Casa del Viento”, nombre apropiado por las fuertes brisas que refrescan la casa.
El terreno se encuentra sin ningún árbol y con visibles problema de aridez del suelo causado por la erosión, por ello deciden plantar numerosos árboles y plantas de diferentes variedades (Teca, Samán, Guadua, Bambú, Tulipán, Aguacate, Guayacán, Eucalipto, Pino, Mango, Limón, Ficus, etc.)
En el año 2009, por una circunstancias muy afortunadas, la casa de Eric es utilizada para hacer numerosas ceremonias o liturgias de tradición milenaria, varios sabedores de diferentes culturas indígenas del Putumayo, asisten para compartir sus conocimientos ancestrales, a todas estas ceremonias participa Eric y con una menor asistencia Martine.
Estos sabedores o ministros, frecuentemente aportan plantas medicinales sagradas en obsequio por reciprocidad al uso que realizaban de las instalaciones. La autoridad espiritual que más frecuenta el lugar es conocida como “Abuela Rosalba”, quien finalmente da su bendición a Eric para que realice ceremonias, aunque esté último nunca lo haya solicitado.
Eric para este tiempo es presidente de empresas de tecnología en la ciudad de Cali y también asume el cargo de Cónsul de Bélgica para unos departamentos de Colombia.
A los dos años Eric cumpliendo una visión profética, se dedica exclusivamente a compartir estos conocimientos ancestrales y empieza a compartirlos en Europa con muy buena acogida.
La casa de Eric se incendia sin causa conocida en el año 2015; al tiempo, removiendo los escombros se habilita nuevamente el espacio donde se realizaban las liturgias y esas continúan celebrándose.
Al llegar la pandemia durante el año 2020, varios fieles amigos ubicados en Europa solicitan a Eric de coordinar videoconferencias para compartir sus conocimientos y una persona propone que utilicemos este espacio para crear o al menos definir las bases de una comunidad espiritual.
Luego de más de 100 horas de conversaciones llegamos a la conclusión de la necesidad de crear una iglesia que pueda proteger y amparar las actividades de nuestra comunidad, Eric informa que adquirió la casa de sus padres y propone aportarla a la iglesia, al momento de escoger un nombre para la iglesia, el nombre de la casa TAKIWAIRA es recibido por unanimidad.
Martine, que sigue viviendo en esta casa, manifiesta estar encantada en pensar que la casa que construyó, será la sede de nuestra iglesia y se siente honrada por el uso del nombre que ella escogió, para que sean utilizado por la iglesia.
Luego no percatamos que TAKIWAIRA tenía un significado aun más apropiado para nuestra iglesia:
TAKI: Armonía, Armónico, Canción, Acuerdo, Sonido.
WAIRA: Espíritu, Aire, Viento, Limpieza, Movimiento.
Las diferentes comunidades que asisten a las ceremonias tanto en Europa como en Colombia manifiestan que desean incorporarse a la iglesia y sus principios.
Empezamos entonces la labor de cumplir con los requisitos exigidos por el Ministerio del Interior en Colombia, para obtener el reconocimiento oficial de nuestra iglesia.